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No hay más miedo que el que se siente cuando ya no sientes nada.

(Me estoy empezando a asustar..)

Son pequeños detalles, ¿Y QUÉ? (I)

Reír hasta que me duelan las mejillas, hasta tener agujetas en la ''tripa'', o incluso llorar de la risa.. Reír hasta no poder más.

Un abrazo, ya sea mañanero que despiertan el sentido del tacto, o ese que en días fríos te hace entrar en calor, el que hace creer que te proteje de todo o simplemente ese abrazo expontáneo en los momentos que no sabes qué decir, ¿y qué me dices de los que acaban en cosquillas? ...

Esperar el 658. Salir de clase, caminar bien acompañada hasta la parada y cuando ya todas se han subido en su autobús, ponerte el iPod y escuchar tu canción favorita mientras ves gente pasar. Inesperadamente, llega ese Llorente verde con Moncloa-Ciudad de la Imagen en la pantalla, que a veces te alegra verle pero otras, deseas dejarlo pasar y esperar al siguiente..

Viernes por la tarde, en los que al terminar mi entrenamiento de fútbol, atravesaba toda La Estación, eso sí, con una parada en Caramelo para recargarme de azúcar con esos regalices rojos, de los cuales reservaba unos pocos para ella. Seguía mi camino hasta su casa y pasabamos un par de horas juntas.

Siempre hacíamos lo mismo, y ella, sintiéndose culpable, preguntaba si me aburría. Creo que no sabía que yo no iba a su casa para hacer algo diferente, iba, simplemente, para estar con ella.

Saber que el lunes, les volvería a ver. La tranquilidad con la que dormía el domingo era inexplicable. Sí, como lo estás leyendo, tenía ganas de empezar la semana, porque aunque sólo hubiese pasado un par de días sin verles, necesitaba ver esas caritas dormidas, esos bostezos, a ese bicho que venía desde ''el patio de arriba''..

SON PEQUEÑOS DETALLES, ¿Y QUÉ? 

LOS ECHO DE MENOS.