TRECE,ese número visto por muchas personas como el número de la mala suerte. En pocos lugares se luce esta GRAN cifra.
Pero para mí, es IMPRESCINDIBLE.
Mi antiguo dorsal, mi número de la suerte y porque nací un día TRECE!
A veces no somos conscientes del momento que estamos viviendo, si nos gusta el paisaje, perfecto,
pero si no,preferimos mirar hacia otro lado, evitando prestar la mínima atención a la situación en la que nos encontramos.
Como cualquier persona, miramos por el rabillo del ojo y aunque no nos guste lo que presenciamos, no queremos dejar de mirar. Vemos como desaparecen personas, lugares, momentos..,como se van acercando poco a poco los problemas hasta que te cogen del brazo y no te dejan escapar y lo peor es que no puedes hacer nada para evitarlo. En ese momento, no eres capaz de reaccionar.. Ni siquiera para pedir ayuda.
Sólo te vienen pensamientos con sobrecarga de imaginación, hasta llegas a asustarte porque no entiendes nada. Intentas poner punto y final a todo pero imposible, no tienes fuerzas ni para eso.
Pero sin saber el cómo ni el por qué, llega un momento en el que plantas cara al problema, intentas relajarte aunque estés cagadito de miedo, incluso te haces el fuerte como si pudieras engañarle. Pero no, te equivocas... Los problemas huelen el miedo!
Si tienes que afrontar un problema tienes que estar seguro de lo que haces, asimilando que si pierdes la batalla otra etapa terminará por empezar.
Si no estás seguro de enfrentarte a lo que te atormenta y que no te deja escapar, PISA EL ACELERADOR, si te persigue..debes asimilar que todo tiene un POR QUÉ.
Y lo mejor que conocimos separó nuestros destinos que hoy nos vuelven a reunir . Y tal vez si tú y yo queremos, volveremos a sentir aquella vieja entrega.
"Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres"