La paz interior no es un estado permanente. Existe por momentos. Efímera. Se va antes de que sepas que estuvo ahí. Podemos vivirlo en cualquier momento, en un acto de bondad de un extraño, una tarea que requiera concentración completa.. o simplemente la comodidad de una vieja rutina. Cada día, todos experimentamos esos momentos de paz.
El truco está en ser consciente del momento que estás viviendo, ahora, en este momento, para que podamos aceptarlos y vivir en ellos… y finalmente, dejarlos ir.
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