Normalmente sabemos lo que hacemos, y cuando no lo sabemos,
actuamos como si supiéramos.
actuamos como si supiéramos.
Nos gusta pensar que somos intrépidos, ansiosos por explorar terrenos desconocidos y captar nuevas experiencias, pero el hecho es que siempre estamos aterrorizados. Quizá el terror es parte de la atracción. Cogemos aire y nos zambullimos en aguas turbias. Al final del día, ¿no es eso lo que prefieres escuchar si tienes algo para beber, una amiga y 45 minutos?
Los caminos tranquilos hacen historias aburridas. Una pequeña locura… de eso vale la pena hablar.
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