He llorado en Venecia, me he perdido en Manhattan, he crecido en La Habana, he sido un paria en París, México me atormenta, Buenos Aires me mata, pero siempre hay un tren que desemboca en Madrid.
Aunque muera el verano y tenga prisa el invierno, la primavera sabe que la espero en Madrid.
Pero siempre hay un sueño que despierta en Madrid.
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