Algunos pedimos más: con las pestañas, en las fuentes, al ver una estrella fugaz… y de vez en cuando alguno de nuestros deseos se cumple. ¿Y qué pasa entonces? ¿Es tan bueno como esperábamos? ¿Disfrutamos de nuestra felicidad, o nos damos cuenta de que tenemos una larga lista de deseos esperando a ser deseados?...
No deseamos lo fácil, deseamos cosas importantes, cosas ambiciosas, a veces, fuera de nuestro alcance. Deseamos cosas porque necesitamos ayuda, tenemos miedo, y sabemos que quizás pedimos demasiado.
Pero seguimos teniendo deseos, porque a veces, en momentos inesperados, se hacen realidad.
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